Una silla de ruedas para llegar a todas partes

Rafael, el "piloto de pruebas", sonríe. Es la primera persona con movilidad reducida en subir una escalera con una silla de ruedas Scalevo: hacia atrás y sobre dos orugas movi-das por motores brushless. Casi como si levitara. Una vez arriba, el viaje continúa sobre dos ruedas también movidas por motores brushless de maxon y gracias a un sis-tema auto equilibrado. Esta silla de ruedas es un prototipo de la Escuela Politécnica Fe-deral de Zúrich y, lamentablemente, aún no está disponible en el mercado. Para muchas personas con movilidad reducida, el día a día sigue estando lleno de limitaciones, ya que, en la mayoría de los casos, están obligados a dar rodeos para sortear bordillos y escale-ras.

Diez estudiantes suizos quieren cambiar esta situación. Su sueño es que, en el futuro, ningún obstáculo limite la libertad de movimientos de personas en silla de ruedas. Estos candidatos a ingenieros han tardado solo un año en desarrollar un nuevo tipo de silla de ruedas. Un gran trabajo en el que estos estudiantes invirtieron prácticamente cada minuto libre. Pero el esfuerzo ha valido la pena. Las primeras reacciones de personas con movili-dad reducida en todo el mundo han sido positivas, "y muchas personas ya han expresado el deseo de comprar nuestra silla de ruedas", comenta el ingeniero mecánico Carlos Go-mes.

Los comienzos

En realidad, Gomes y sus compañeros solo querían construir un robot que pudiera subir escaleras, pero su profesor les animó a dar un paso más allá. De esta manera, ocho inge-nieros de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich comenzaron a desarrollar, en el verano de 2014, una silla de ruedas capaz de subir escaleras. Esta debía ser maniobrable, fácil de controlar y, sobre todo, segura. Además, debía tener un aspecto atractivo. Para ello, este equipo buscó refuerzos: dos estudiantes de diseño industrial de la Escuela Superior de las Artes de Zúrich. Y se pusieron manos a la obra.

El principio básico quedó rápidamente definido. En su modo de uso normal, la silla de ruedas debería desplazarse sobre dos ruedas, como un Segway. Las escaleras, por el contrario, se superarían con orugas extensibles y retráctiles. El nombre de la silla, Scalevo, fusionó dos principios de movimiento en uno: una silla híbrida, por así decirlo y movi-da en su totalidad por motores brushless de maxon.

La prueba práctica

Y este es el resultado: el usuario de la silla de ruedas se acerca a una escalera y seleccio-na la correspondiente función en una pantalla táctil. Mediante sensores y cámaras, la silla mide la inclinación de la escalera y se acerca a ella automáticamente y de espaldas. Las orugas descienden y empiezan a girar, con lo que la silla sube por la escalera. Velocidad: un escalón por segundo. Mientras tanto, el usuario permanece en todo momento en posi-ción erguida. En cuanto los sensores detectan el final de la escalera, se extienden las ruedas de apoyo. De esta manera, la silla no puede volcar. Después se retraen las orugas y la silla vuelve a desplazarse sobre dos ruedas.

Tanto las ruedas como las orugas están provistas de dos motores eléctricos de corriente continua de maxon para su funcionamiento. Se trata de motores DC brushless en combinación con reductores de cerámica. La cerámica es la opción a usar siempre que los componentes están sometidos a altas fuerzas y se quiere, al mismo tiempo, que los reductores deban tengan una larga vida útil. Carlos Gomes y su equipo están entusiasma-dos con los motores brushless que maxon ha puesto a su disposición: "La combi-nación de motor brushless y reductor es potente, precisa, silenciosa y, con su 3,2 kilo-gramos, tiene un peso relativamente bajo. Además, los ingenieros de maxon nos han asesorado de forma competente y la asistencia técnica ha sido extraordinaria".

La clave del éxito

Los estudiantes están completamente satisfechos con su trabajo. "La clave para el éxito ha sido un buen trabajo en equipo", comenta Gomes. Desde el equipo de ingenieros de maxon se les ha prestado toda la ayuda necesaria para la selección del motor y su puesta en marcha. Además, tomaron en serio muchas sugerencias de personas con pro-blemas de movilidad. Instalaron, por ejemplo, un cinturón de seguridad e inclinaron el asiento ligeramente hacia atrás, para que el usuario no resbalara hacia delante. "A noso-tros no se nos habrían ocurrido tales cosas".

A por la victoria

Pero aún no han llegado al final. Y esto a pesar de que el proyecto en sí ya ha concluido. En octubre de 2016, estos ingenieros quieren participar, con su silla de ruedas Scalevo, en la Cybathlon en Zúrich. Esta es una competición para personas con movilidad reduci-da. No solo está permitido emplear medios técnicos auxiliares, sino que es precisamente lo que se desea. Se pretende que esta competición sirva de motivación para que los in-genieros inventen mejores sillas de ruedas, prótesis y otros medios auxiliares.

Una visión para el futuro

El equipo de Scalevo lo tiene claro: quieren ganar la Cybathlon en su categoría (silla de ruedas). Para ello deben realizar algunas modificaciones en su vehículo. Después, todo es posible. Puede que estos jóvenes inventores funden una compañía startup, ¿quién sabe? En cualquier caso, la idea está ahí. Y entonces, la nueva silla de ruedas con sus orugas integradas podría estar pronto disponible en el mercado y dejaría de causar asombro. En vez de ello, la vista de una silla de ruedas subiendo y bajando con facilidad una escalera se convertiría en algo completamente normal.

 © maxon motor ag